Práctica 20: Convivencia!

No tengo ni idea de cómo se puede abordar el tema de la convivencia en clase. Depende de tantos factores y hay tantos casos diferentes que dicho abordaje puede ser muy efectivo o absolutamente inútil. Depende de las características de los alumnos y de sus familias, de la situación del centro, del contexto socioeconómico del barrio donde se encuentra, y de las propias personalidades de los alumnos y de sus dinámicas de grupo.

En general la idea de mediadores para atajar distintos problemas que vayan surgiendo entre los estudiantes me parece positiva. Por un lado vemos a chavales genuinamente interesados en poder ayudar a sus compañeros, aprendiendo técnicas que les van a ser útiles no solamente en su trabajo de mediación sino también en un futuro, en general, para la vida. Y por otro vemos que alumnos que se pueden sentir solos frente a un conflicto tienen a su disposición herramientas para poder gestionarlo de la mejor manera posible. El problema que surge es en el caso de que el problema supere al mediador, que no hay que olvidar que es un alumno, y no sea capaz de comunicarlo bien al orientador del que depende. El alumno afectado puede verse desamparado. El orientador está cediendo parte de la responsabilidad en alumnos que ciertamente tienen formación pero que pueden no estar leyendo bien una situación en concreto. No hay que olvidar que también son adolescentes. O qué sucedería si es uno de los mediadores la persona con la que un estudiante tiene un problema. Me gustaría ver más experiencias de este tipo porque resultan muy interesantes.

Para otro tipo de convivencia en entornos agresivos me parece muy difícil atajarlas. Imagino que el centro debe de ponerse estricto en casos de flagrantes violaciones de los derechos de otros estudiantes, y supongo que las expulsiones de estos alumnos están más que justificadas. Pero de vez en cuando vemos en los medios de comunicación situaciones que o bien se escaparon de las autoridades escolares y que acabaron en resultados muy serios o que no se les dio la importancia que merecían. En estos tiempos que corren la responsabilidad de los centros escolares es enorme y las familias suelen responsabilizarlos también, no hay que olvidar que durante las horas escolares son responsables de estos chavales.