Práctica 10: Participación escolar

La participación escolar tiene muchas lecturas diferentes. Por un lado la participación de la comunidad escolar en el propio funcionamiento del centro. Nos encontramos a profesores, alumnos, otro personal de administrativo y servicios, representantes de los ayuntamientos, etc. A través de los consejos escolares la participación de estas personas rige el funcionamiento ordinario de los centros. Además existen comisiones y otro tipo de formas de organización menores que también tienen su función en el centro educativo.

Pero yendo más allá, tenemos la participación de los propios alumnos en las aulas, dependiendo ésta de los propios alumnos así como del profesor, si su tipo de enseñanza es más participativa, o incluso del propio centro, si su proyecto educativo así lo permite y lo fomenta. Si el problema son los propios alumnos tiene solución ya que hay todo tipo de técnicas que permiten estimular a los alumnos para que participen activamente de distintas maneras a lo largo del proceso de aprendizaje, como en la guía de participación que acompaña a las instrucciones para la realización de esta entrada del blog.

Si es el profesor el que no utiliza metodologías más participativas, la cosa se complica. En cualquier caso es algo que se está fomentando y probablemente debería intentar cambiar de metodología. Si es el centro el que se opone el problema es grave. Una metodología activa en el proceso de aprendizaje considero que es beneficiosa, y de hecho es algo que se está potenciando en general en todos los niveles del sistema educativo, pero si es el centro el que no lo promueve o incluso la desincentiva puede ser problemático para profesores y alumnos que verían mermadas sus posibilidades de enseñanza y/o aprendizaje. La participación activa es mucho más eficiente a la hora de asimilar conocimientos. Sería una lástima encontrar un caso así.

Otro nivel de participación sería la que realizan las familias en el centro escolar o con los alumnos. Unos padres involucrados en el desempeño académico de sus hijos tienden a crear un buen ambiente de aprendizaje en casa y un impacto positivo en general en sus resultados académicos. Además hay padres que suelen querer estar involucrados tanto con el centro como específicamente con el profesor de su hijo. Por un lado participación a través del consejo escolar, algo mucho menos habitual, o a través de las asociaciones de padres y madres. Y por otro lado la búsqueda de información y feedback por parte de los profesores a cargos de sus hijos. Una buena comunicación con los profesores es en principio algo positivo ya que puede ayudar a ver distintos problemas en el aula con solución en casa y viceversa. Sin embargo, esta necesidad de información no es algo generalizado en todos los padres, y el nivel de interés va decreciendo a medida que el alumno crece y llega a la educación secundaria y bachillerato. Algo razonable hasta cierto punto teniendo en cuenta que a mayor edad mayor independencia de los estudiantes, en todos los sentidos.

¿Cómo se podría fomentar la participación de estudiantes y de familias? Es un tema complicado. En el caso de las familias, las recomendaciones del ministerio van encaminadas a la necesidad de pasar tiempo de calidad en familia, preguntando específicamente sobre cómo van en la escuela, e intentar supervisar las actividades escolares de sus hijos. Como recomendación está muy bien, pero en principio los padres ya deberían interesarse por sus hijos en todos los aspectos, también el académico. No sé cómo se podría trabajar esta cuestión. En el caso de la participación de las familias en el ámbito del centro educativo sí que se podrían proponer actividades coordinadas conjuntamente con los padres. Aunque hay que tener en cuenta que el que los padres no participen con el centro no implica que no se involucren. Los tiempos laborales de los progenitores pueden ser complicados, lo que hace que no se relacionen con el centro, pero sí con su hijo y sus actividades.

Para fomentar la participación de los estudiantes se puede estimular con actividades cooperativas, juegos, dinámicas de grupo, así como permitirles participar en la toma de decisiones de algunas acciones que se puedan realizar en el aula.